
Reflexiones y análisis de una lectora.
La narrativa perturbadora de Mariana Enríquez: Un viaje al abismo de la condición humana
Mariana Enríquez es una escritora argentina nacida en 1973 en Buenos Aires. Conocemos su obra como la muestra de un reflejo de la complejidad y la crudeza de la condición humana. Sus textos nos enfrentan a la oscuridad y la vulnerabilidad, pero también a la resiliencia y la sensibilidad. En este artículo exploraré algunos de sus trabajos y trataré de dejarles breves comentarios sobre cómo, en mi rol de lectora, me permitió reflexionar sobre temas como la violencia, la pobreza, la desigualdad social y la memoria histórica. A continuación, les presento los títulos que consideré comentar en esta primera entrega en orden cronológico:
– Bajar es lo peor (1995) — Novela que explora la adolescencia y el consumo excesivo de drogas.
– Cómo desaparecer completamente (2004) — Novela que condensa la negación de la dignidad humana en su forma más cruda.
– Los peligros de fumar en lcama (2009) — Libro de cuentos que muestra la génesis de su estilo y temática.
– Chicos que vuelven (2010) — Nouvelle que nos confronta con los fantasmas del trabajo rutinario y el horror del desprecio por la vida humana.
– Alguien camina sobre tu tumba: Mis viajes a cementerios (2013) — Libro que nos lleva en un viaje por distintos rincones del mundo, explorando la cultura y el pensamiento de una comunidad en un momento y lugar específicos.
El descenso al abismo en “Bajar es lo peor”, la primera publicación de Mariana Enríquez.
‘Bajar es lo peor’ me resultó un desafío particular. La novela me transportó a la incertidumbre y el tedio de la adolescencia en los años ’90, un período en el que la felicidad parecía un objetivo inalcanzable. La historia de Facundo, Carolina y Narval, los personajes principales, es un descenso al abismo del consumo excesivo de drogas y la promiscuidad. La autora logra transmitir la sensación de ahogo y desesperanza que conlleva vivir en una situación de vulnerabilidad.

Nos enfrenta a la crudeza de la realidad y nos recuerda la importancia de sabernos cuidados y apoyados. La novela es un recordatorio de que el bajón es inevitable en el consumo de sustancias adictivas que nos destruyen y que la decisión de subir en un entorno hostil y violento requiere de verdadera fortaleza para “salir del laberinto por arriba” (frase de Leopoldo Marechal).
Si quieren conocer la obra de Mariana Enríquez desde el principio, les recomiendo esta novela. Su lectura puede ser un viaje intenso, pero vale la pena.
La negación de la dignidad humana en “Cómo desaparecer completamente”. La segunda novela de la autora que era imposible conseguir pero que se ha reeditado este año.
Esta novela corta, condensa la negación de la dignidad humana en su forma más cruda. La ausencia del Estado en el acceso al derecho a la vida es palpable. La narrativa discursiva de la autora textual es un logro magistral, construida desde un recorte social que funda el horror cotidiano y naturalizado como eje central del relato. Horror cotidiano, naturalizado e invisibilizado, pero que podría estar acechando sobre la vida de cualquiera de nosotros en cualquier esquina.
La decadencia de una familia, la falta de sostenes y la vida humillante como única opción se entrelazan con la violación en todas sus formas y la falta de cuidado. La perversión se convierte en una constante. Los personajes, lejos de ser estereotipados, son complejos y multifacéticos: Matías, el protagonista; su madre; El Tigre; Carla; el padre; Cristian; Javier… Todos ellos construyen una trama agobiante que se nos queda grabada en la retina como una película que no podemos dejar de ver.

El título de la novela, “Cómo desaparecer completamente”, parece estar inspirado en una canción de Radiohead (banda británica de rock formada en 1992 y liderada por Thom Yorke), de título homónimo cuyo estribillo es un grito desesperado: “No estoy aquí. Esto no está pasando. No estoy aquí. No estoy aquí”. Esta novela es un recordatorio de que, aunque no queramos estar en la piel de quienes viven esta historia, la amenaza del horror latente está siempre presente. Una “novela de aprendizaje” de lo que no quisiéramos aprender jamás.
El estilo grotesco en “Los peligros de fumar en la cama”, primer libro de cuentos de Enríquez.
“Los peligros de fumar en la cama”, el primer libro de cuentos de Mariana Enríquez, publicado en 2009, incluye la primera versión de “Chicos que vuelven” bajo el título “Chicos que faltan”. Aunque ya he leído toda su obra, creo que “Los peligros de fumar en la cama” es un libro que muestra la génesis de su estilo y temática como cuentista, que luego se consolidó en sus siguientes títulos del mismo género. Sin duda, es una genialidad, pero a mi parecer no alcanza el nivel de horror y crueldad que nos depara en obras posteriores, con imágenes que se nos quedan grabadas en la memoria.
Este libro es, en mi opinión, excelente para conocer a la autora y su universo en la narrativa breve, que nos introduce de a poco en un mundo siniestro que atraviesa a muchas historias familiares. La búsqueda de fantasmas que develan verdades negadas, la decadencia de la cotidianidad en algunos sectores sociales, el espanto de algunas presencias vivas, desparecidas o fallecidas de manera trágica, las creencias sobrenaturales y el deseo sexual femenino ligado a la idea de muerte y de impotencia, son algunos de los temas que se exploran en estos cuentos. Una muestra del terror que podría invadir la vida de cualquiera de nosotros, el miedo a la locura propia y ajena, los chistes que terminan en hechos terribles y la maldad, son algunos de los elementos que nos impactan en cada relato.
El estilo grotesco de Enríquez es una constante en su narrativa, y es algo que me fascina. Me suele pasar que, al cerrar el libro de un portazo, pienso “¿cómo se le ocurre esto?” pero no puedo dejar de leer. Es un verdadero logro literario que nos deja sin aliento y nos hace reflexionar sobre la oscuridad que nos rodea.
La obsesión y la vulnerabilidad en “Chicos que vuelven”, edición independiente del relato.
“Chicos que vuelven” de M. Enríquez fue publicada como nouvelle en el año 2010. El relato nos confronta con los fantasmas del trabajo rutinario y el horror del desprecio por la vida humana; a través de la experiencia de Mechi, empleada pública del Consejo de niño, niñas y adolescentes del Gob. de la Ciudad de Bs. As. La historia revela las condiciones deplorables en las que desarrolla su trabajo. La falta de recursos materiales. El entorno desolador: boxes con la autopista como techo, escritorios en mal estado y computadoras que no funcionan. Sin embargo, en este contexto, el recurso humano es esencial para que algo pueda transformarse. Mechi, empleada comprometida, con rasgos obsesivos, encuentra en su trabajo un propósito que pareciera haber estado esperándola: el orden del archivo de chicas y chicos desaparecidos.
Antes del título principal, una introducción a la historia, como una advertencia sobrenatural que irrumpe en la monotonía del trabajo, infiere un pacto con el lector. Al igual que el conde Drácula le advierte a J. Harker, “¡Bienvenido! Usted ha cruzado el umbral de la casa, y ahora el umbral de la casa es su hogar”, la autora parecería advertirnos de que una vez que entremos en la historia, quedaremos atrapados en ella hasta el final.

La trama se desencadena cuando una de las tantas niñas desaparecidas vuelve como si no hubiera pasado el tiempo, al igual que los vampiros que mantienen eternamente la edad de su transformación. La protagonista se ve envuelta en esta situación y se obsesiona con la belleza de Vanadis, la primera chica que vuelve, obsesión que la une a su amigo Pedro. La historia tiene un ritmo angustioso, especialmente cuando Mechi lee las listas interminables de niños desaparecidos, recordándonos la realidad que vive la sociedad argentina y la importancia de reivindicar los derechos humanos.
La narrativa de M. E. me atrapa por su crudeza y sensibilidad al abordar temas como la vulneración de la niñez y la juventud. La aparición de los chicos en los parques es un elemento sobrenatural que se suma a la tensión de la historia, mientras las familias que salen desesperadas a su encuentro los rechazan. Todo es muy extraño.
Y por último, (si se quedan con ganas de más Mariana habrá una segunda entrega),
“Alguien camina sobre tu tumba”, mis viajes a cementerios, una especie de libro de viajes… ¿morbosos?
Debo confesar, este libro lo leí tres veces. “Alguien camina sobre tu tumba: Mis viajes a cementerios”, un libro que, como tantos otros, encontré por casualidad en una librería cuando ya había dejado de buscarlo (¿cómo el sentido de la vida?). Es como si los libros nos encontraran a nosotros, y así fue (¿cómo la muerte, aunque le huyamos?).
La primera vez que me adentré en sus páginas, durante semanas el ejemplar me había aguardado en la mesa de luz, y yo lo miraba con recelo, incluso con cierta molestia. El título, que podía leer de soslayo cada noche antes de acostarme, me generaba una mezcla de fascinación y temor. Sin embargo, estaba decidida a leerlo. Finalmente, llegó el momento. Lo leí ya tres veces, y en cada lectura, descubrí matices nuevos. Los cementerios que Enríquez describe se han convertido para mí en un viaje por distintos rincones del mundo. Con cada página, mi mirada sobre los cementerios cambió. Comencé a verlos como espacios etnográficos que revelan la cultura y el pensamiento de una comunidad en un momento y lugar específicos, o como lugares donde convergen múltiples tiempos e historias.

Me conmovió encontrar los restos de aquellos que, en vida, dejaron una huella imborrable en la humanidad y en cada uno de nosotros. Este libro me transformó. Ya no le temo a los cementerios como antes, y la muerte me parece un poco menos aterradora. Descubrí que hay más gente muerta que viva (ja), eso me hizo sentir más viva que nunca. Y me vino a la mente el concepto quechua de la palabra “huiñay” que describe en uno de sus libros Rodolfo Kush (antropólogo argentino), esa idea de una eternidad que no es fija, sino que crece y se enreda en el sentimiento vital subjetivo, una eternidad que se piensa y se siente a nivel afectivo, no como una eternidad del individuo sino de la especie.”
Para terminar, y con pocas ganas de despedirme hasta la próxima tirada, tengo dos cositas más para decirles: la primera es que si están buscando una autora que les haga reflexionar y los lleve en un viaje por los rincones más oscuros de la humanidad, Mariana Enríquez es una excelente opción; la segunda, y ya me voy, es dejarles una pregunta que se hace Mariana en su último libro, Archipiélago, que comentaré en la próxima entrega. La escritora se pregunta:
¿Qué otras cosas dejé de hacer por leer?

Excelente artículo!!
Hermosa crónica de Cristina. Se nota su pasión por la lectura. Ojalá se vuelva un hábito para todos ya que nos hace mejores en todos los sentidos, ya sea a nivel personal y profesional. Felicitaciones por acercar a conocer la obra de esta maravillosa autora.
Excelente invitación para leer a Enriquez! Espero la segunda parte
Excelente! Me quedo reflexionando en la última pregunta.
Esperamos tu próximo artículo.
Excelente
Se nota la sensibilidad, la profundidad y el respeto con el que abordás cada obra, y cómo nos llevas a mirar más allá de lo evidente.
Tenés mucho para decir y para dejar en quienes te leen.
Felicitaciones!!!
Interesantes tus comentarios sobre la obra de Mariana Enriquez.
Te re felicito, y admiro por tus descripciones y el análisis que haces de ellos. Certeros.Yo quedé impactada con «bajar es lo pero» lo estaba leyendo mi hija a los quince años, y me fue muy fuerte. Me dan ganas de volver a leerla, en especial ,el de los cementerios , ya que había leído uno sobre sus grupos de rock su fanatismo por ellos y la verdad no lo pude terminar. Pero es muy buena escritora disruptiva
Gracias .Abrazos
Excelente!!!!
Siempre me dan ganas de leer cuando me adentro en tus reseñas!
Espero la próxima columna y la reflexión sobre la pregunta de la autora!
Me encantó la columna! Espero la próxima <3
Muy buena reseña, me trajiste de nuevo a Enriquez, voy a retomar, gracias!!
Muy buen reseña. Enriquez es una autora que me encandila. Me gusta cómo trae el gótico, el vampirismo a lo autóctono, a lo local. El morbo, el tabú y lo siniestro vienen de la mano y, cómo decís, siempre hay un aprendizaje de lo que no. Recomiendo «Nuestra parte de noche». ¿Qué no se deja cuando uno se zambulle en un buen texto?
Espero tu próxima reseña.
Es muy cautivante la forma en que transmitís tus reflexiones sobre los distintos libros de Mariana Enríquez. Espero ansiosa la próxima reseña!!
Excelente!
Muy linda columna! Primera de muchas, me dejó con ganas de leer “Alguien camina sobre tu tumba”, mis viajes a cementerios
Muy interesante y atrapante tu narrativa!! Excelente Cris.