Encuentro Federal ha emergido como un actor clave en la Cámara de Diputados, demostrando que no se necesita una mayoría absoluta para ejercer una influencia decisiva.
Antes de cederle la palabra a Miguel Ángel Pichetto, el presidente de la Cámara de Diputados advierte sobre la extensión de las intervenciones y pide a todos los legisladores ser razonables con el uso del tiempo. El líder de Encuentro Federal pregunta:
— ¿Cuánto tiempo me queda? ¿Ocho minutos?
Habla y, mientras lo hace, mantiene la mirada fija en Martín Menem. Su postura solo se altera cuando relojea el ayuda memoria posado en el escritorio de su escaño. El movimiento es casi imperceptible, tan sutil que parece que habla sin leer.
— Probablemente, hoy no logremos los dos tercios. Probablemente, el gobierno tenga un triunfo en términos del objetivo buscado en estos diálogos con distintos representantes. Podemos decir que pueden vencer, pero seguramente no van a convencer.
Pichetto cierra la primera parte de su intervención con una cita de Unamuno, y, sin demasiada incomodidad, equipara a La Libertad Avanza con el franquismo. En ese instante, la sesión del 11 de septiembre, que trata el veto del presidente Javier Milei a la Ley de Movilidad Jubilatoria, toma un giro cinematográfico.
Geografía política de la Argentina actual: extremos y centros
Miguel Ángel Pichetto, nacido en Banfield, ex candidato a vicepresidente por Juntos por el Cambio y actual diputado nacional por la provincia de Buenos Aires, ha consolidado su figura como un referente central en el debate político argentino. A lo largo de su carrera, se ha destacado por su capacidad para explicar posturas políticas complejas y por su profundo conocimiento de los códigos parlamentarios, lo que lo ha convertido en un referente para quienes buscan entender qué cualidades debe tener un hombre de Estado.
Encuentro Federal, el bloque que lidera, ha adoptado una estrategia que lo posiciona como un árbitro clave en un Congreso marcado por la polarización. Su capacidad para oscilar entre acuerdos y disidencias estratégicas le permite ocupar un espacio central en el tablero político, visibilizando tanto el federalismo como la perspectiva capitalista productivista del bloque.

Fuente: https://www.diputados.gob.ar/
Ocupar el centro y desplegar las piezas
En un escenario parlamentario fragmentado, donde Unión por la Patria, con 99 escaños (38,67%), no puede alcanzar la mayoría absoluta ni un quórum propio, y donde bloques como La Libertad Avanza (15,23%) y el PRO (14,45%) buscan alianzas tácticas, Encuentro Federal ha adoptado la estrategia de posicionarse en el centro, como un alfil o un peón clave que, al estar bien ubicado, puede hacer la diferencia. Su habilidad para dar quórum al oficialismo ha sido esencial para evitar que el Congreso se estanque, actuando como el árbitro que, sin dominar la partida, permite que esta continúe. En este ajedrez político, Encuentro Federal ha demostrado que no es necesario contar con una mayoría absoluta para ser decisivo; más bien, ha sabido aprovechar su rol de mediador para facilitar las votaciones, como quien mueve con precisión una pieza menor, pero fundamental para dar continuidad al juego.

Con solo 16 diputados, Encuentro Federal ha demostrado que la cantidad no es un impedimento para ejercer influencia. Al garantizar quórum en votaciones clave, este bloque se ha convertido en un actor indispensable para la continuidad legislativa. Además, su relación con gobernadores peronistas le permite una capacidad de maniobra única en un Congreso fragmentado.

Hasta ahora, Encuentro Federal ha demostrado que la política no siempre necesita una pieza dominante para cambiar el rumbo; basta con ocupar el centro del tablero y jugar con equilibrio.
Un poroto acá y otro más allá
Encuentro Federal ha demostrado una dinámica de votación estratégica en el Congreso, ejerciendo una influencia decisiva cuando los intereses del bloque lo requieren. En la Ley de Bases para la Libertad de los Argentinos, el bloque votó junto a La Libertad Avanza y el PRO, garantizando el quórum necesario para la aprobación de la norma. Esta decisión reflejó su capacidad para inclinar la balanza en debates críticos, incluso alineándose con la extrema derecha cuando los proyectos coincidían con su perspectiva económica.
Sin embargo, en la Ley de Financiamiento Universitario y la Ley de Movilidad Jubilatoria, Encuentro Federal adoptó una postura de oposición, marcando claras diferencias con el oficialismo. Estas decisiones reflejan la flexibilidad estratégica del bloque, que sabe cuándo alinearse y cuándo distanciarse, siempre buscando consolidar su identidad como un espacio de centro-derecha.
En una intervención que rápidamente se volvió viral, el diputado Miguel Ángel Pichetto dirigió una crítica contundente a Martín Menem, planteándole una pregunta que luego respondió con una metáfora:
— ¿Qué son, presidente? ¿Cuál es el programa que tienen? Es un barco sin luces en el mar, un tren que no llega a ninguna estación. Una sociedad anónima de destrucción masiva de lo poco que nos queda de bienestar en el Estado argentino, una empresa de demolición S.A.
Finalmente, Encuentro Federal volvió a alinearse con la oposición durante la votación que intentó rechazar el veto presidencial de Javier Milei. Este movimiento no solo destacó su capacidad de adaptarse al contexto político, sino que también reforzó su rol como mediador entre las principales fuerzas políticas, manteniendo su independencia dentro de la dinámica parlamentaria.
Las intermedias del 2025
Miguel Ángel Pichetto y Encuentro Federal han demostrado que no es necesario contar con una mayoría absoluta para ejercer una influencia determinante en el Congreso. En un escenario parlamentario fragmentado y marcado por la polarización, el bloque ha desempeñado su papel con precisión, posicionándose como un mediador esencial.
Con las elecciones intermedias del próximo año a la vista, surge la pregunta: ¿Podrá Encuentro Federal consolidar su influencia más allá de su rol en el Congreso y expandir su base electoral? La fragmentación de las coaliciones principales podría brindarle una oportunidad para captar sectores moderados y desencantados de otras fuerzas políticas, especialmente en un contexto de creciente polarización
¿Pero qué sucederá si el oficialismo crece en número de legisladores y deja de necesitar mediadores para construir mayorías?