La legisladora porteña de Unión por la Patria analiza el impacto de las políticas económicas del gobierno nacional en su primer año de gestión. Advierte sobre la caída del consumo, el cierre de Pymes y el deterioro del poder adquisitivo de los trabajadores y jubilados.
Bielli señala que el rumbo actual favorece a sectores concentrados como el agro y la especulación financiera, mientras la industria, el comercio y la construcción sufren retrocesos. Asegura que este modelo consolida una brecha social más profunda y se asemeja al esquema de los años ‘90. Además, destaca el rol de la oposición en el Congreso y la necesidad de fortalecer un frente que frene el ajuste y reconstruya un proyecto de país con mayor equidad.
¿Qué balance se puede hacer sobre el impacto de las políticas económicas del gobierno en la inflación, el precio del dólar y el consumo interno durante este primer año de gestión?
Este gobierno comenzó con una transferencia de recursos desde los trabajadores y jubilados hacia los más ricos a través de una devaluación del 120%. Durante todo el año gobernó para detener toda posibilidad de mejora de los ingresos de estos sectores en pos de una mejora en la ganancia de los principales dueños de las grandes empresas de este país y de todos los inversores que financian la deuda argentina. Entonces mientras descendía la inflación crecían los despidos, se frenó la obra pública, hubo pérdida de ingresos de salarios, jubilaciones y pensiones, bajó el consumo y cerraron Pymes. Se cambió un problema por otro. Milei viene a modificar la estructura productiva e ingresos de nuestro país. Que la clase media como la conocemos se pulverice, y que vivamos en una sociedad con una brecha y una desigualdad mucho mayor a la que tenemos. Esta situación tiende a generar una fragmentación cada vez mayor de la clase trabajadora. Hay, por un lado, una porción de los trabajadores registrados privados que lograron recuperar ingresos -sin ganar- y por el otro, enormes sectores con muchos menos ingresos que se vieron directamente afectados por las políticas de este gobierno. Hay en un punto una vuelta al modelo menemista: un sector minoritario con poder de consumo mientras se destruye la industria y el trabajo. Un modelo que lleva a que la clase media como la conocemos desaparezca y a parecernos mucho más a países latinoamericanos donde las brechas entre los que más y menos tienen son enormes.
Milei viene a modificar la estructura productiva e ingresos de nuestro país. Que la clase media como la conocemos se pulverice, y que vivamos en una sociedad con una brecha y una desigualdad mucho mayor a la que tenemos.
¿Qué proyecciones observa respecto al posible rumbo económico del país y las perspectivas para la clase trabajadora en el corto plazo?
En línea con la respuesta anterior, el esquema de sectores ganadores del primer año te muestran un poco el horizonte. Los sectores que más empujaron la economía fueron el agro, la minería y la intermediación financiera o ganancia de las financieras. Los sectores que generan más empleo en Argentina son los que peor año mostraron: la construcción, el comercio y la industria manufacturera. Esta evolución contrapuesta de los sectores muestran qué pasa cuando gobierna “la mano invisible del mercado”: los que están arriba de ventajas naturales para así decirlo son los que muestran ganancias exorbitantes pero no generan laburo e ingresos para la clase trabajadora a escala. Las consecuencias de un modelo de estas características “exitoso” en sus términos, genera indefectiblemente ensanchar los números de la desocupación, la pobreza y la indigencia en nuestro país. Todo en el marco de un Estado que se corre por completo del rol de tensar la relación capital-trabajo por lo que no solo no se generan economías de escala de los sectores pujantes de esa economía primarizada, sino que los que quedan “dentro del sistema” peleen por sí solos para no perder ingresos. No hay solidaridad de clase alguna en su proyecto. El modelo se sustenta en una extraordinaria renta financiera que promueve inversiones especulativas para sostener el esquema de endeudamiento. Existe una promesa de que Vaca Muerta sea una “nueva pampa húmeda” de cara al 2030 y financie todo el sistema, pero es importante que tengamos presente que si no se integra a un proyecto de país que piense en su agregado de valor y distribución, se fortalecerá el proyecto de pequeños sectores de alta riqueza y muchos sectores de ingresos bajos. Se avanza en una pirámide de ingresos más alargada, con mayores sectores de ingresos bajos a costa de menos clase media. Este modelo puede reflejar algunos espejitos de colores como puede ser que baje el costo de algún producto importado o aparezcan productos nuevos, nos sea más barato vacacionar en Brasil o hacer compras en el exterior pero detrás de todo esto lo que se deteriora es ni más ni menos el trabajo de los argentinos.
hay una oposición “dialoguista” muy flojita de convicciones y desesperada por venderse a lo que diga una encuesta.
¿Cómo evalúa los cambios en las alianzas políticas entre el oficialismo y la oposición? ¿Qué impacto podrían tener las elecciones de medio término en esta configuración?
Como espacio político lo dijimos en las elecciones de 2023, Macri tenía dos candidatos a presidente: Milei y Bullrich. Esto quedó demostradísimo en la conformación de la estructura de gobierno (Caputo nuevamente al mando de la economía, Sturzenegger pensando el achicamiento del Estado, Bullrich seguridad -y parece la primera Mileista-). Y esto hay que decirlo muy clarito porque nuevamente pareciera que quieren mostrarse electoralmente como opciones distintas. Fíjense lo que pasa en el Congreso. Milei asumió en franca minoría y no solo el PRO colaboró en dar esa mayoría para que, -no sin idas y vueltas producto de la movilización-, avancen con leyes importantes y muy perjudiciales para el pueblo como la Ley Bases. Esto se debe a que hay una oposición “dialoguista” muy flojita de convicciones y desesperada por venderse a lo que diga una encuesta. Se terminó la derecha de buenos modales, su discurso se radicalizó pero además adquirió componentes conservadores, misóginos, racistas. Esto es muy dañino para nuestra democracia y de a poco va haciendo eco en la población, las elecciones de este año van a ser importantes en este sentido. Creo que nosotros jugamos un rol muy importante, no solo en ser un bloque muy compacto frente a las leyes más graves, sino también y fundamentalmente con mucha articulación con lo que pasa afuera del Congreso. Y creo que este es el camino que tenemos que seguir construyendo de cara a las legislativas. Con figuras que representen ese freno al avance contra los derechos, la libertad y la felicidad del pueblo y con capacidad de reconstruir y sacarnos del derrumbe.
¿Cuáles considera que serán los temas centrales en los debates legislativos, tanto a nivel nacional como local?
A nivel nacional pareciera que toda su agenda más económica y de “propuestas” como beneficios impositivos para inversiones extranjeras a costa de nuestros bienes comunes y el blanqueo más benévolo de la historia de nuestro país, principalmente ya sucedió durante el primer año. Ahora hay que ver cómo mantienen la situación económica hasta las elecciones. Hay que ver qué pasa con el FMI, si incumplen nuevamente la ley sin enviar este nuevo acuerdo al congreso que de seguro representará un mayor endeudamiento. Y de su agenda legislativa, como vemos, arrancaron el año tratando de embarrar la elección, con una ley que bajo el título de “Ficha Limpia” esconde su verdadero nombre: consumar la proscripción de Cristina. Se nota mucho que la consideran un peligro, una amenaza y claro que lo es. Del mismo modo van a intentar avanzar con una agenda que dé cuenta del modelo de sociedad que intentan imponer: uno en el que se legitimen las desigualdades de género y se estigmatice y responsabilice a quienes menos tienen de los problemas sociales. Y hay un espejo entre la agenda de Milei y la de Macri en la Ciudad. Pareciera ser que se disputan quien representa más a ese núcleo duro conservador y en esa discusión yo creo que se marean. Que se pierden o se sobregiran. Jorge Macri tiene muchos problemas de gestión en la Ciudad, eso está a la vista de todos los porteños y las porteñas. Luego de 18 años de gobiernos macristas en la Ciudad va a ser muy importante construir un frente electoral que permita construir un buen bloque opositor en este, el bastión del PRO.
¿Qué análisis hace sobre la reorganización del movimiento peronista y del campo nacional y popular tras la derrota electoral? ¿Existe espacio para nuevos procesos políticos en términos generacionales en este contexto?
Sufrimos una derrota electoral y una derrota política. Es importante revisar un poquito lo que nos pasó porque no cumplimos con nuestro contrato electoral y eso tiene un costo muy alto para una fuerza política como la nuestra que pretende representar a las mayorías. Y está bien reconocer y discutir qué nos pasó porque en el último gobierno no pudimos devolverle la capacidad adquisitiva a los grandes sectores de la sociedad. En este sentido el año pasado transitamos un año de reorganización en dos ejes: por un lado en la confrontación a Milei y desde esa oposición representar las banderas que defendemos. Estamos en un momento de reconfiguración de nuestra fuerza política donde tenemos la tarea de potenciar nuestras banderas históricas así como incorporar las nuevas demandas de la sociedad. Sabemos que la reorganización es en sí misma un proceso que implica mucho esfuerzo, mucho trabajo y que entendemos se tiene que dar desde el pie. Producto de un debate de compañerxs pero sobre todo con una fuerza política militante que esté cerca de quienes peor la están pasando. Lo dijo muy claro Cristina el diciembre pasado cuando asumió en el PJ: formarnos, informar, planificar, divulgar y organizar. El momento exige que nos pongamos a discutir de qué manera vamos a organizarnos para volver a plantear esa agenda de futuro que devuelva la felicidad al pueblo. Respecto de lo generacional, creo que es un tiempo especialmente propicio para nuevas ideas, para imaginar y construir lo no hecho, lo no pensado. Pero hay que estar atentos y atentas porque hay jóvenes con ideas muy viejas y hay quienes tienen más recorrido y tienen ideas muy audaces. La clave está ahí, en recuperar la audacia como fuerza política.